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viernes, 16 de agosto de 2013

#Cuba, persecución policial contra los cuentapropistas.

Cuba, persecución policial contra los cuentapropistas.



Leía hace algunos días, varios artículos de opinión sobre las “reformas raulianas”. En ellos se especulaba sobre la solución a los problemas  económicos de la nación, propuestos por Raúl Castro.

En los artículos estaban incluidas opiniones de personalidades del mundo de la economía, entre ellos varios cubano-americanos que visitan Cuba con regularidad y bajo el acápite de estudiosos del problema cubano, que son autorizados por el gobierno norteamericano como académicos.

Se debatía sobre los cambios promovidos por Raúl  y sobre la oposición a ellos por parte de los inmovilistas de la nomenclatura y se les equiparaba con la oposición política de la dictadura, de la cual me considero parte.

Se nos amalgamaba con aquellos y se nos congregaba en un frente común. Decía uno de los catedráticos que los inmovilistas frenaban las reformas, por el temor a perder sus privilegios y  que nosotros las frenamos por oponernos a algo, pero que no teníamos ninguna propuesta alternativa a las soluciones enunciadas por el tirano.

Como si la solución no fuera una simple y llana; retornar inmediatamente, a la economía de mercado, sin transición ni excitación. Esa es simplemente la solución. Lo demás vendrá por su propio peso, aunque pueda resultar traumático para los cubanos. Que no será más funesto, que el actual estado de cosas.

Esos catedráticos no tienen nada más que decir o que hacer, solo que necesitan inventar encuentros para seguir  solazándose a costa de la ley americana y seguirle chupando el rabo a la jutia de la academia. 

Paseando por Cuba a costa y a pesar de las prohibiciones de turistear por la isla, impuesta comúnmente a los ciudadanos norteamericanos.

Mientras tanto Raúl y sus reformas, continúan persiguiendo a los trabajadores por cuenta propia, con sus inspectores y sus policías corruptos y represivos.

Ayer en la tarde vi como un grupo de esbirros, esta vez con uniformes policiales. La emprendían contra un grupo de trabajadores, por cuenta propia, con sus licencias en regla y los montaban en un camión de la policía al que le llaman el “Dragón” y que tiene el número 1329.

Esto ocurrió alrededor de las cinco de la tarde de este miércoles 14 de agosto, en la esquina de las calles Monte y Suárez, en el municipio de la Habana Vieja. Al decir de un Capitán de la policía, jefe del operativo; “las protestas de los trabajadores se producen, porque no nos acaban de dar la orden, de caerles a palo”.

El Capitán de tez negra, parece haber olvidado que en Cuba fue abolida la esclavitud desde hace más de ciento veintisiete años, en 1886. El continúa siendo un negro esclavo, pero en la actualidad sus amos son unos tiranos despiadados, descendientes de gallegos y cruzados con chinos. Conocidos como los hermanos Castro.

Estos hermanos subyugan a la nación cubana, desde hace más de cincuenta años y este señor de piel negra, presta sus servicios a esos esclavistas, contra sus propios hermanos de raza, o sea, es un traidor a su raza y a sus hermanos de infortunio. Un apostata de esos que denunció José Martí, que sueñan con glorias apostátalas.  

Entre las arrestadas y conducidas hacía el Sector policial situado en Belascoain y Cristina, en Cuatro Caminos. Había tres muchachas pertenecientes al “Frente de Línea Dura y Boicot Orlando Zapata Tamayo”. Ellas son Sarahy Pérez Pedroso, Suami Hernández Villar y Damaris Revé Rodríguez. Sarahy posee su licencia y las otras le ayudan con la venta y vigilan para que no les roben.

Las tres fueron multadas, Sarahy, con $250.00 y a las otras dos con $1200.00 pesos a cada una. Otro de los reprimidos fue Ricardo Gusmán Calzado, perteneciente a la UMPACU, al que los policías encerraron para golpearlo, porque decían que estaba ilegal aquí en la Habana, hecho que no se consumó.

El esposo de Sarahy, Lewis Reyes Escuza, que se dirigió posteriormente al mencionado Sector policial, fue entrevistado por oficiales de la Seguridad que le amenazaron, con golpearlo y encarcelarlo. 

Señala Lewis que ellos poseían dos mesas para ventas de ropa en el establecimiento que se encontraba en los bajos del Hotel Nueva Isla, pero que al parecer fueron vendidas por la administradora de la tienda y ahora no tienen espacio donde vender y por eso hacen su venta, en el portal del hotel.

No filme el acto represivo, para evitar que se apropiaran, de mi cámara fotográfica, porque hubiera sido la cuarta cámara que me ocupan y no tengo una fábrica de esos adminículos, tan necesarios para denunciar los desmanes de la tiranía.

Lo más que pude hacer fue tomar una foto, cuando los policías iban en retirada montados en su camión, aleas Dragón, con todos los decomisos y los detenidos. Paso otra foto de Lewis, vendiendo en el portal mencionado.

Lewis fue bárbaramente golpeado en días atrás, por lanzar varias octavillas contra la dictadura.

Esas parecen ser las reformas de Raúl Castro. Entregar licencias a los trabajadores por cuenta propia y perseguir a los licenciados, robándoles su mercancía, su dinero y multándoles con miles de pesos.

Lástima que allí no estuvieran los académicos defensores de las reformas raulianas, para evaluar lo bien que va Raúl con sus cambios y sus reformas y el futuro promisorio que nos espera a los cubanos.

Los pretextos que utilizan la policía y los inspectores, para detener y decomisar las mercaderías, son diversos; entre ellos, vender en lugares inadecuados, fuera de los lugares asignados, donde los vendedores se encuentran hacinados, sin climatización, soportando un calor tremendo y sin la ventilación adecuada.

Estos son lugares propicios para adquirir varios tipos de enfermedades respiratorias. A los vendedores ambulantes los persiguen, por vender en las calles principales, por donde caminan los compradores. Deben utilizar las calles secundarias, lejos de las arterias y por donde no transita nadie.

Pero además deben de estar, en constante movimiento, como si fueran maquinitas vendedoras. No se pueden detener ni para dar el vuelto, a sus clientes.

Les multan además y les decomisan, por revender los artículos, que se venden en los establecimientos que son propiedad del estado, que es la abrumadora mayoría de los que existen. 

Uno de los afectados por las detenciones, las multas y los decomisos, promete que en los próximos días, lanzará octavillas donde se pueda leer, consignas contra la tiranía castrista y frases como ¡Abajo Fidel y Raúl! ¡Abajo la tiranía castrista! Y otras por el estilo, que aparecerán en días ulteriores, en esa zona de la Habana Vieja y que calentarán la calle, al rojo vivo.